La observo...
...y aún durante el día, se siguen reflejando en mis pupilas los destellos y titileos de aquella estrella entristecida. Y no puedo huir del deseo de descolgarla de su cielo, de hacerla mía, de apretarla contra mi pecho; bien para quebrarla y hacerla añicos; bien para que mi corazón la mastique y la haga suya; bien para morir inmolado entre sus aristas resplandecientes...
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