Fragmentos

viernes, 31 de agosto de 2012

Más húmedo y más gris

"Vamos maldito", espetaba la abominable Alma en Pena. Su figura alargada y huesuda parecía sacada de los sueños insanos de una adolescente anoréxica. "Muévete asquerosa alimaña", el pie desnudo del personaje golpeaba el trasero del hombre al que tenía encadenado. Éste jadeaba y sollozaba, postrado en el suelo, murmurando quién sabe qué. 

"¿Es curioso, verdad? ¿Pensabas que tú serías el único que gobernaría la situación? ¿Eternamente, acaso? ¡Arrogante!", una nueva patada en el trasero desequilibró el cuerpo del Lobo Urbano, y éste hundió el rostro en la mugre callejera.

La esquelética figura se arrodilló junto al hombre. La delgada mano de dedos anormalmente alargados acarició suavemente la nuca y la espalda desnuda de su presa. "Era fácil imaginar que pasaría esto", la voz del ser parecía articularse desde unas vísceras podridas, "es imposible que alguno de los dos tome el control indefinidamente, ¿entiendes? Has sido un Lobo malo, y tu soberbia conseguirá destruirnos a los dos." El hombre dirigió la mirada lacrimógena hacia aquel monstruo. Inesperadamente lo abrazó, y ambos cayeron en la suciedad del suelo, en una primitiva danza de sexo y sangre.

viernes, 6 de julio de 2012

Crisálida

En la penumbra se adivinaba una estancia amplia, en la que una desgastada alfombra verdemar conducía a los pies de Ella. Y Ella estaba sentada en su viejo trono, envuelta en velos que parecían nacer de la misma alfombra a sus pies. Ella, tan estática e inmovil como un cadáver. Las pesadas cortinas tras el trono filtraban la luz de la luna y amortiguaban el sonido de las olas. El mar, las mareas, se encontraban al otro lado.

Ella, su figura entera, momificada por velos verdemar, se adivinaba desnuda bajo las telas. Su rostro, oculto, pronunció:

Tú. 
Misexohúmedoyacegélidoenlapenumbra. 
Soy la guardiana del velo, la centinela de las profundidades acuosas e inefables que murmuran arremolinadas. La vigilante de los peces ignotos que son capaces de crear su propia luz. 

Silencio. La oscura sala parecía vibrar con el lejano murmullo del océano. La propia alfombra era un arroyo de movimiento sutil, y Ella, una invariable cascada congelada.  

Tú. 
Mi rostro y figura se revelarán tras el tejido de la realidad consensual. Sólo la luz del que ha explorado sus tierras interiores podrá fecundarme. 

La cabeza bajo el velo realizó un movimiento mecánico, rápido y preciso.  Luego volvió a su posición original

Tú. Mi sexo húmedo yace gélido en la penumbra.

Y sólo las olas contestaron.
  

viernes, 30 de marzo de 2012

Éxtasis

 

Hoy he caminado entre centenares de cuerpos yacientes. Mis pies besaban sus pálidas superficies. Ello me ha recordado, aún por simple que parezca, que sigo vivo.

domingo, 11 de marzo de 2012

Pájaro azul

 Pájaro Azul,  Charles Bukowski  (Agosto 1920 - Marzo 1994)

"Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?"




jueves, 5 de enero de 2012

Húmedo y gris

"Me das asco, aquel tipo atractivo, alto y bien formado vomitó las palabras atropelladamente, tu pestilente debilidad hace que mi pulso se acelere y me ponga furioso. Aquel Lobo Urbano portaba una fina camisa rojo vino que encerraba sus marcados ángulos, podría comparar tu estúpida existencia a la de un pequeño gusano deprimente: tan viscoso, mezquino, repugnante y famélico que sólo puede dedicarse a observar el mundo  desde una esquina maloliente y sombría.
 
Ese torrente destructivo que manaba de su boca exquisitamente tallada, se precipitaba hacia un personajillo alargado, extremadamente delgado, de huesos sobresalientes, piel correosa y sucia, cuya expresión y mirada denotaban una herida que jamás cerraría. Postrado ante el dueño de aquellas palabras, el cuerpo esquelético de ese Alma en Pena intentaba adoptar posturas defensivas, en las que los brazos escuálidos ocultaban su rostro demacrado, y las costillas ondulaban bajo la superficie epidérmica de su tórax.

Maldito Despojo, mírame cuando te hable, la voz del Lobo, aunque dura y autoritaria, poseía cierta sutileza que lo elevaba más allá de la simple bravuconería. A partir de este momento, tú callarás.Te pasearé encadenado a través de las infectas calles de la ciudad, dócil, obediente y estúpido, como un pequeño perrito cuya animalidad ha quedado reservada para ocasionales berrinches asustadizos. Y sólo cuando yo te lo ordene, su labios se acercaron a la deforme oreja del Alma en Pena, te lamentarás."