Hace un par de años, el Contemplador pronunció algunas palabras enigmáticas, que quedaron grabadas en un pequeño cuaderno:
¿Cómo puede un pequeño héroe, hecho de la más fina y pura filigrana, acabar con el Gigante del Millar de Tentáculos? ¿Cómo puede alguien tan frágil, derrotarlo; pulverizar su Imperio; devolver a su pueblo todo lo que le ha sido privado?
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