Fragmentos

viernes, 1 de octubre de 2010

Recordado

Y sí, me he recordado.

Ahora mis pies caminan ligeros, y nuevas alas crecen en ellos.

He descendido a superficies más allá de lo subterráneo; he excavado en paredes de carne, tanto viva como muerta; he combatido a papel y tinta las más fieras y esquivas bestias interiores. He bebido néctar dulce y adictivo, venenoso. Arañé. Grité. Rabié. Ansié. 

Y finalmente, cómo imaginarlo, de la manera más sencilla y tranquila, desempolvé, sin más contingencias, todos los caminos y senderos que me atraviesan. Y de aquel desierto sin esperanza, me elevé, como antes, a los más altos cielos.  

La Inmensidad Presente, como combustible de un Fuego Interior infinito.

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